Mouras Campeón

La historia olvidada de Roberto José Mouras con Dodge

Carrera Nº 2: Vuelta de Roque Pérez en 25 de Mayo

Bajo la denominación de "Vuelta de Roque Pérez", organizada conjuntamente por el Roque Pérez AC y el AC 25 de Mayo, el 10 de abril tuvo lugar la segunda prueba del año en el semipermanente aledaño a la Ciudad de 25 de Mayo. Esta carrera sufrió dos postergaciones debido a la lluvia.

El circuito consta de 15209 metros de recta, y posee tres largas rectas, dos de ellas con amplios curvones. Dos de sus curvas, son casi horquillas.

La novedad para esta carrera, es la ausencia de Oscar Aventín, involucrado en un caso policial por la comercialización de nafta adulterada. Tampoco asiste su hermano Antonio. En el momento de llevarse a cabo la competencia, el por entonces vicepresidente de la ACTC se encuentra detenido e incomunicado por este suceso, ocurrido cuando el día 6 de Abril, la Policía informó haber desbaratado una organización dedicada a la venta y distribución de nafta adulterada. Entre los involucrados se encuentran, Antonio Juan Aventín, y sus hijos, Oscar Raúl y Antonio Juan. En el mismo hecho, aparece involucrado el Director Técnico de Independiente, José Omar Pastoriza. Tony sale en libertad prontamente por falta de méritos.

Como de costumbre para las carreras en ruta, en la primera serie tomaron parte los autos impares, y en la segunda los pares (al menos en cuanto a ubicación en el ranking entre los inscriptos en cada fecha. Dada la ausencia antes comentada, en esta prueba las grillas van a diferir de las de las pruebas siguientes.

En la primera serie, la primera fila la integraron Martínez Boero y Mouras y serían ellos los protagonistas excluyentes de la misma. Roberto picó en punta decidido a ganarla, pero el Gaucho lo seguía sin darle ventaja. Luego pasó al frente el del Ford, mientras el Toro se pegaba detrás para tirar juntos. Hasta allí, había sorprendido también Roberto Caparello punteando en los primeros referenciales. Al campeón, la punta le duró hasta la segunda vuelta, cuando siguió de largo en la rotonda del acceso Este a la ciudad y la ruta 41. El auto se subió a la misma, con el daño que siempre suponen las "cordoneadas". Se escapó Mouras, y si bien el del Ford se recompuso hasta darle nuevamente alcance, pero su auto quedó herido. Una maza se afectó, haciendo vibrar su rueda trasera derecha en los dos curvones y la rotonda. Incluso no podrían repararla por completo para la final tampoco. El Ford lograba emparejar la línea de marcha del Dodge saliendo de las curvas, hasta que Mouras ponía la cuarta velocidad, cuando llegando a las 7000 RPM se hacía inalcanzable al Ford. De todas formas, el 4’30"52/100 logrado por Martínez Boero, era dos segundos más rápido que lo mejor de Mouras, que terminó ganando por medio auto solamente. Luego arribaron Hermanos Suárez, y ya más lejos Osvaldo Sasso y Carlos Nani.

Imagen del momento en que Martínez Boero sigue de largo en el frenaje, quedando la punta de la serie en manos de Roberto Mouras.

En la segunda serie, Satriano y Castellano desde la primera fila, aparecían a priori como los animadores. Quedaba por ver qué ubicación obtendría Traverso que largaba, por ranking, desde el fondo de la grilla. Castellano tomó la punta desde el comienzo y obtuvo su primer parcial del año. Satriano lo escoltó con un motor mejorado en potencia trabajando desde el flujómetro por su hermano Pablo. Penaron con la elección de la puesta a punto de los resortes de suspensión y la barra antirrolido, demasiado duros. Por eso, sólo pudieron seguir al loberense tan solo una vuelta. Banfi fue el tercero, Traverso llegó cuarto, y quinto fue Herraiz.

De cara a la final, en el auto de Mouras Rubén Berdejo trabajó en la carburación, Wilke y Pederzoli corrieron algunos puntos el distribuidor, avanzándolo seguramente, y se utilizó un rodado más chico que en la serie. Todavía se utiliza en el auto, el motor desarrollado a mediados de 1982, que sigue dando sus frutos y va mejor que el año anterior. El auto es el mismo que se accidentó en Tandil, pero parece que al rehacerlo quedó mejorado. Aunque da 100 kilos de peso de ventaja, dobla y frena mejor que antes. Similares cambios aplicó Francisco Reiter en el auto de Traverso. También mejoró bastante el Ford con relación a su serie. No tenía el mejor auto, pero la suerte estuvo de su lado en esta carrera.

La carrera se largó con media hora de demora, por algo que ya por entonces era endémico, y no ha cambiado hasta nuestros días: El público volcado al costado mismo de la ruta, no respetaba las distancias consideradas prudentes en estos casos. Lo peor del caso es que la última vuelta se desarrolló en las mismas peligrosas condiciones.

A lo largo de la competencia, Roberto resultaría inalcanzable para todo el parque del TC. Junto al campeón Martínez Boero, pensaron en utilizar la misma estrategia de la serie: Tirar juntos para poder establecer una diferencia con el resto y definir ya avanzada la carrera. Pero el de Bolívar, durante la segunda vuelta, volvió a pasarse de largo en la misma rotonda, debido al aceite que allí había. En la fila siguiente, Castellano y Suárez también tiraban juntos para no perderles rastro a los punteros, en tanto que Satriano se desprendía de Nani. Tras quitarse al Gaucho de sus espaldas, en la tercera vuelta, Mouras clavó el record en 4’30"24/100 que sería lo mejor del día, como para seguir escapándose. Entonces ganaba Mouras, seguido de Satriano, Martínez Boero, Nani, Suárez, Castellano, Traverso, Sasso, Herraiz y Arana. En los curvones, al doblar a fondo, hace una diferencia que mantiene en el resto del trazado.

Con el paso de las vueltas se fueron cayendo varios rivales para Traverso: Castellano se detuvo en la vuelta 5 cuando ya estaba segundo Nani, sorprendiendo a muchos. Traverso ya era quinto, con Arana y Herraiz detrás suyo. En la vuelta ocho, Satriano se recuperaba y volvía a ser segundo, pero en la vuelta diez, el de Chivilcoy, que seguía teniendo los problemas de tenida de la serie, abandonó en boxes con un resorte de válvulas roto.

En las últimas vueltas sólo quedaba por ver hasta dónde llegaría el Ford del piloto de Ramallo. Mouras inalcanzable tal como se dijo, se había cortado con 16 segundos de ventaja sobre Nani en la punta, y algún par más sobre Martínez Boero. Traverso comenzó a descontar los 4 segundos que lo separaban del podio, primero lo superó a Carlos Nani, que sería cuarto, cuando el motor de su Chevrolet comenzó a acusar una falla sobre el final. Y a una vuelta y media del final, superó en los relojes a Martínez Boero que llegaría tercero (continuaba el problema en la maza). Traverso debió esforzarse bastante para llegar a un excelente segundo lugar. A más de un minuto del puntero, fue quinto Alberto Arana con el Ford y sexto Hermanos Suárez. Una ovación del público que ya desbordaba el circuito, recibió al ganador y sus escoltas.

El poderío del Dodge marrón Nº 5 le permitió a Mouras quedarse con el triunfo y la punta provisoria del campeonato. Igual que Traverso en la primera, Mouras se ponía la chapa de candidato al título, demostrando que tenía el medio para aspirar a ello.

En esta muy linda toma de El Gráfico vemos el auto de Roberto rumbo a la victoria seguido por el Gaucho Martínez Boero y su festejo en el podio. Ha sumado el apoyo de Alpine Skate, Volkswagen, marca de la que era concesionario, y a Torre y Compañía, distribuidor en Carlos Casares y aledaños de Tractores Zanello. A la derecha, una foto de Corsa de semanas después de la carrera, donde se ve a Roberto tomando saliendo de un viraje.

El festejo de Roberto en el Podio de esa carrera a la izquierda, y una toma del mismo viraje de la foto en blanco y negro, aparecida en la web de Oscar Cacho Piņero, ex piloto de TC. Y abajo vemos una última toma del viraje anterior, publicada por Corsa, en el número correspondiente a la cobertura misma de la carrera. La publicidad amarilla con letras rojas sobre la izquierda es de una óptica de la que no se distingue el nombre, en tanto la de la parte posterior de la trompa no logra leerse, pudiendo tal vez ser la misma.

Al conversar con la prensa tras su triunfo, Mouras dirá que "no necesité hacer ningún cambio entre la serie y la final para ganar, creo que con comodidad. Había muchos autos muy rápidos, pero tenía gran confianza en nuestro motor. Lo único que hice enla final fue poner un juego de cubiertas con menos dibujo. Se complicó algo al promediar la carrera por el aceite que había en la ruta, pero en general todo salió bien.